WASHINGTON.- La NASA detalló hoy el punto de reingreso a la atmósfera del satélite UARS, que impactó sobre la Tierra el pasado sábado en un área del sur del océano Pacífico, lejos de cualquier masa de tierra firme.
"El satélite entró en la atmósfera sobre el Pacífico a 14,1 grados latitud sur y 170,2 grados longitud este. Esta localización se sitúa sobre un área del océano remota y grande", explicó hoy la NASA, en la que será su última actualización sobre el UARS.
Esta zona, más precisamente, se encuentra unos 400 km al noreste de Vanuatu, isla de Oceanía al oriente de Australia.
El área en la que pueden haberse dispersado los restos del ingenio se extiende entre 480 y 1.300 kilómetros al noroestede su punto de reingreso a la atmósfera, según la NASA.
Éxito en pronóstico de privados
Dicha ubicación coincide de manera cercana con el pronóstico de caída hecho por la organización privada de rastreo Aerospace Corporation. Dicha firma, días antes de la reentrada del UARS, había señalado como último destino del satélite una zona al sureste del Pacífico.
Dicha predicción se mostró finalmente mucho más precisade lo que fue capaz de estimar la NASA incluso varias horas después de la caída del aparato.
De hecho, durante la jornada del sábado los expertos de la NASA confesaban que no podían determinar dónde se había precipitado a tierra el UARS, e incluso no descartaban que hubiera podido descender sobre el noroeste de Norteamérica.
Fin a incertidumbre
Con este comunicado, la agencia espacial estadounidense pone fin a la incertidumbre que rodeó la caída del artefacto después de que los científicos no pudieran determinar con exactitud en un primer momento el lugar donde había caído el satélite.
La NASA también precisó hoy la hora en la que el satélite cayó a la Tierra, a las 04.01 GMT del sábado 24 de septiembre.
El sábado la agencia espacial estadounidense calculaba que los restos del satélite cayeran a la Tierra "entre las 03.23 GMT y las 05.09 GMT".
Tras concluir en 2005 una vida científica productiva de casi seis años, el UARS, de 750 millones de dólares y de más de 5,5 toneladas, regresó despedazado en 26 partes a la Tierra.
La caída del satélite ha estado rodeada de gran ansiedad y conjeturas en las redes sociales, donde el ingenio se convirtió en uno de los protagonistas de la semana.
No obstante, la probabilidad de que alguno de los restos del satélite de Investigación de la Alta Atmósfera (UARS), que pesa 5.675 kilogramos, alcanzara a una persona era muy remota según la NASA, que la cifró en una entre 3.200.
La agencia insistió en que desde el comienzo de la era espacial no se confirmó ningún caso en el que haya resultado herida una persona por un objeto espacial durante la maniobra de reingreso.
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